Pedro

Adiós.

Tiempo:

Algunos dicen que todo lo cura.

Cuando tienes de sobra lo maldices y cuando te falta lo añoras. Pero a mí simplemente se me agotó. Se me agotó la necesidad de verte, de tener que sentirte cerca. 

Tantas experiencias al final creo que hacen que la paciencia tenga un límite. Y la última gota hizo que el vaso se vaciara. Si no arreglas las goteras, al final es lo que pasa. Que poco a poco se va haciendo mas pesado hasta que ya ves claramente cual es el final. Y el final llegó para los dos.

Ya sólo queda mirar hacia adelante y avanzar.

Lucía

¿Y ahora qué? ¿Perder o ganar? 

Ahora mismo con mi decisión no sé qué va a pasar, puede ser que pierda, que pierda a una persona que merece la pena o que gane a largo plazo tomando esta decisión. No sé lo que piensas, pero sí sé que esto no es lo que quiero. ¿Para qué luchas tanto por cosas materiales? A lo mejor no pensamos de la misma forma, y yo sería feliz con poco. No necesito una casa enorme, un coche bueno, una vida llena de “lujos”. Está claro que tus prioridades y las mías son distintas. Creo que no te conozco, o sí y no lo he querido ver hasta ahora. Engañándome a mi misma con: “Mejor me quedo con lo que tengo”. Conformismo absoluto. Si ni si quiera somos parecidos. El agua y el aceite se parecen más. Creo que no paro de equivocarme, que elijo mal, que creo ver lo que no es, no sé. ¡Qué difícil es encontrar a esa persona que encaja en ese puzle contigo!

Lucía

He vuelto después de tanto tiempo. No me apetecía escribir, no estaba en mi mejor momento ni si quiera para expresarme. Para reconocer que no paro de equivocarme, quizás en eso consiste toda esta travesía. Cuántas veces habré pensado que me gustaría volver diez años atrás y cambiar casi todo lo que he hecho hasta ahora. Parece que he sido un barco sin capitán, viajando a son del viento. 

Mirando por lo que me haría más feliz: 

Me metí en esto y en lo otro porque me gustaba, porque era lo que yo quería a largo plazo, pero nadie me dijo o ni si quiera yo lo pensé: ¿Cómo piensas vivir de eso? ¿Has investigado más? Ni me lo planteé. No les echo la culpa, ellos qué iban a saber. Ahora sí que escucho: "No siempre se puede hacer lo que a uno le gusta; ya habrá tiempo de hacerlo". ¿Ahora? ¿De qué sirve? Ya el tiempo ha pasado, ya no hay vuelta atrás. ¿Y ahora qué? ¿Me voy y lo dejo todo? A la aventura, a ver qué pasa. Perderé a personas que me importan si decido irme. Nadie me acompañará en este camino.

No quiero tener que decir porqué no lo pensé mejor.  

Lucía

4/10/2016

¿Perdimos el control o nos dejamos llevar por la situación? ¿Qué defendimos? ¿Nuestro orgullo? ¿A nuestros amigos? Todas esas preguntas me hice. Además de ¿qué nos está pasando? Cuanto hemos cambiado...

Violencia.
Siempre he estado rodeada de ella, pero ya hacía tiempo que se me había olvidado. Se habían ido todos esos malos recuerdos, imágenes en sí, de gestos, de puños... De hasta darme miedo.

Todos perdimos. Unos más que otros, pero aún así aprendimos. Cada uno una cosa distinta.

Recuerdos.
Algunos siempre estarán ahí. ¿Por qué se guardan esas imágenes? Esas caras enfadadas, esas frases, esas conversaciones que se quedan dentro. Otros más para el albúm de fotos que es nuestro cerebro.

Terminé aceptando que todo tiene que cambiar. A guardar el acha de guerra.

La mayor parte se quedó en el tintero.

Lucía

1/09/2016

¿Cuándo sucedió? ¿En qué momento todo empezó a cambiar? Día a día, experiencia una tras otra comencé a sentir, a escuchar, a ser paciente, a tener inseguridades y a aceptarlas, pero también a mejorar cada día.

Ahora.
Ahora miro a atrás y veo todo el camino, veo que he llegado hasta aquí y quiero llegar más lejos.
Ahora es todo, ahora es lo único que vale, pero podemos soñar, soñar con un futuro y poner de nuestra parte.

Todo.
Todo lo que ha pasado, todo lo que he recorrido y me he hundido tantas veces. Tantas veces que pensé esto es lo que ha tocado y me conformé habiendo sido una inconformista con mi familia me acogí a lo que veía y creía que era así, que esa sensación y esos sentimientos pasaban una vez en la vida. ¿Una vez? No creo, es más profundo para sentirlo solo una vez y es diferente si, pero aún mejor. Siempre hay un "pero".

Se acabaron.
Muchos hábitos que hace años decidí que debían finalizar, pero ellos han podido conmigo, bueno ellos no, mi cerebro ha perdido o se dejó vencer para evadirse durante un rato de la presión. ¿Presión? Si, por todo. En mi mochila está metida y parte de ella me persigue.

Soltar las riendas.
Dejarle el control a otros, la obligación de ayudar a quien no se deja. Decidí permanecer de observadora, ¿es lo mejor? No sé, pero debo apartarme por un tiempo y permanecer a la espera, a la espera de actuar.

Irte sola. ¿Es lo que debes hacer?
Yo si me hubiera ido hace mucho tiempo. Sabes que no vas a estar sola, que siempre nos tendrás a nosotros.
Ojalá te hubieras ido, incluso antes de que yo llegara. Ahora te miro y no puedo verte.

Al final es mejor apartarse por un tiempo de todo para buscar soluciones desde fuera. Otra perspectiva es necesaria.

Viollet

28/07/2016

Después de mucho tiempo regreso para decir que no fue algo pasajero. Todo este tiempo ha sido una montaña rusa. Maldita sea la hora en la que rompistes mi frialdad y me devolviste los sentimientos. Se ha vuelto todo tan efímero que da mucho miedo cuando vuelvo a la realidad. Te has convertido en mi todo y yo en tu nada. Te pinté las alas para poder volar y ahora yo me tengo que marchar, te dejo que seas libre, seas puro y seas tú. El tiempo volverá pero con otra persona y en otro lugar.

Lucia

25/07/2016

Atravesando el desierto y buscando un  oasis. ¿Seguridad? No creo. ¿Ponerme una tirita para no caerme? ¿Me tiré a una piscina medio llena?

Todo este tiempo de examen, en tensión,  como si me evaluarán segundo a segundo. Atravesando este camino me di cuenta de que pensando en no dañarte y al final creo que me daño yo. 

Me descubri y no sé si debí hacerlo, pero lo necesitaba. ¿El por qué?  Plantee mi hipótesis y me surgieron las preguntas sin respuesta. 

Pedro

25/02/2016

La oscuridad apareció. No creí jamás ver un anochecer tan repentino.

No soy humano, no soy un Dios, ni este es mi mundo. Soy de uno de esos lejanos lugares del que siempre oíste hablar, ese que siempre has imaginado pero que nunca conseguiste hallar. Entre las sombras se desdibuja mi ciudad, a la caída de una tenue montaña que un día el mar esculpió. Nada más bello se concedió y nada más enorme que poder admirarla cada día.

Y me lo privan seis meses. Malditos.

Os echo de menos gente.