domingo, 27 de diciembre de 2015

Viollet

27/12/2015

Es tan difícil estar contigo, tan difícil poder quererte sin importar nada ni nadie. Me quema y me consume cuando nos miramos y nos deseamos, pero hay personas de por medio. Sólo me puedo conformar cuando estoy a solas contigo, pero no puedo, no puedo dejar pasar el tiempo cuando me muero, me muero por tu cuerpo, por tenerte,por abrazarte, por quererte, por desearte. Es lo único que quiero, pero se que esta vez será como todo aquello, todo pasajero. Te quiero y no me importa el tiempo, sólo espero a que alguna vez llegue nuestro momento.

jueves, 24 de diciembre de 2015

Viollet

24/12/2015


Es tiempo de Navidad, tiempo de reunirse con la familia o con los viejos amigos; tiempo de ilusión, alegría y emoción. No en todas las casas se vive la Navidad como las típicas películas americanas, no todo es como lo anteriormente mencionado.


En la Navidad hay pobreza, tristeza, soledad y falsedad. Sobretodo falsedad. Es una época en el año donde los grandes almacenes han creado un gran negocio, donde hay familias que no tienen ni para comer una triste gamba. Mi Navidad no es buena, pero tampoco es la peor, mi Navidad sólo se basa en días normales con los míos; el lugar no importa puesto que cada esquinita de este pueblo, cada rincón,cada momento ellos los hace único, mágico, inolvidable. Para mi esto es la Navidad estar con ellos, mi real familia.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Pedro

23/12/2015

Otra vez aquí.
No hace tanto que me fui, y aún así no dejo de recordar todo lo que deje atrás.

Esto no es tan distinto de lo que hace algún tiempo viví. Intentando ayudar a todo el que lo necesita. Dándolo todo en cada momento para mayor satisfacción. Quizás por eso puede ser que incluso el tiempo pase tan rápido, o puede ser por tener a toda mi gente detrás siempre interesándose por como estoy y recordándome que siguen ahí, aunque algunos se han borrado de la lista sin dar señales de vida. Por mi parte, el mismo interés recibirán.

La mente relajada, las ganas al 100%. Para esto me prepare, esto quería vivir. Y no puedo estar mas orgulloso de poder cumplir uno de mis grandes sueños. Pues para esto entré.

Espero que vosotros sintáis los mismo. Quien me quiera ya sabe donde encontrarme.

Cumplir y volver. No hay más…

sábado, 12 de diciembre de 2015

Penélope

12/12/2015

Y aquí estoy de nuevo, Después de tanto tiempo y tantas experiencias que pasaron de por medio. 
He aprendido a ser capaz de quitar las telarañas a los recuerdos y sacarlos a la luz. Recuerdos que intenté ocultar, que yo misma metí en una caja y ahí se quedaron, como si nunca hubieran pasado. Pero no lo conseguí, al final cada día estaban más presentes. En cada mirada, en cada grito, en cada gesto... Y no, no podía soportar eso más. 

Ha pasado mucho tiempo, quizás debería haber despertado antes, pero ese no era el momento. Era este, con el que pude ver quién era y todo lo que estaba perdiendo. 

Después de cerrar las puertas y abrir las ventanas para que entrara aire fresco, de poder expresarme y eliminar esa presión constante que no me dejaba avanzar, todo está más tranquilo. Había olvidado reír hasta acabar llorando. 

Ya pasaron las despedidas y llegó el momento de empezar. 

martes, 17 de noviembre de 2015

Pedro

16/11/2015

¿Cómo se despide una persona de todo lo que tiene?


¿Como dejas atrás a tu familia, tus amigos, los recuerdos...?



Apunto de comenzar una nueva etapa y uno se hace mil preguntas.



Piensa en si alguien pensara en él...si le recordara...si estarán todos a la vuelta.



Solo cabe esperar que todo siga como siempre que nada cambie.



El firme recuerdo de todo lo bueno que tienes en tu vida 


y contar los días para volver a tu querida ciudad. 

Volver con los tuyos para volver a disfrutar de todos esos momentos con mas intensidad aun,

ya que cuando uno pierde todo eso y lo recupera lo coge con mas fuerza.

No sé lo que me espera. No sé si volveré...

Lo que si se es que siempre vais a estar en mi corazón...


Gracias a todos.Nos vemos pronto=)

lunes, 14 de septiembre de 2015

Penélope

13/09/2015

No sé como sentirme, no sé si estás o no. ¿Qué estamos haciendo? ¿Por qué tus palabras me dicen una cosa y tú haces otra? Me confundes. No sé si me duelen más tus palabras.

¿Amiga? No puedo, ni quiero serlo, tampoco lo somos y no lo fuimos antes. No podría soportarlo, ya me conoces.

Ahora, a 13 de septiembre de 2015, después de tanto tiempo… ¿Cómo sentirme? ¿Qué decirte dentro de dos días? Tampoco quiero perderte para siempre, pero algo me hace pensar que sí, que esto es pasajero, que aproveche lo poco que vamos a estar juntos. Por inconsciente, tal vez, por egoísta, seguro. Darme cuenta de todo, tarde y a la vez pronto. Tarde para nosotros, pronto para mí. Al final comprendí por qué durante tantos años pensaba que acabaría sola.

Ahora me vienen tantos recuerdos de lo egoísta que he sido, y no hablo de este año, sino durante muchos.

“Aprendiendo a desprenderme”. La frase que me lleva acompañando durante todo este tiempo, desde que desperté. Me costó caer en el presente y grande que fue el golpe. Tantas personas a las que decepcioné y me decepcionaron.

Un poco más libre después de desprenderme de los hábitos, de las malas palabras, de los gestos, de las miradas…

Ahora sólo me queda agradecer a este golpe, el que me ha traído hasta aquí.

Es difícil cambiar todo aquello que has hecho durante tanto tiempo y volver atrás, reconstruirme.


No sé que esperar, temo que al final pase el tiempo y acabe dejándolo todo en un simple recuerdo. 

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Gregorio

09/09/2015

¡Corre hoy y lucha mañana!

Nunca más, nunca más, nunca más.

Ese ha sido mi modo de ver todo, un nadar contra corriente, una escalera que empiezo a subir y para cuando solo me quedan dos peldaños, busco una excusa para bajarme por la barandilla y no llegar a cruzar la puerta que está al final de la escalera.

Y así me encuentro de nuevo en el suelo, un suelo cómodo, suave, donde me gusta andar. Empiezo a caminar y a convencerme de que aquí estoy mejor, sin complicaciones, apoyando y animando a los míos a subir sus escaleras y celebrando que han abierto su puerta.

Así va pasando el tiempo hasta que llega la hora de replantearse ir escogiendo una puerta para las lluvias, que ya empieza a chispear y ese estupendo suelo que antes era puro confort, poco a poco va convirtiéndose en un barro espeso, que hace que mis pasos pesen cada vez más.

Vuelvo de nuevo a mi escalera, intento quitarme el barro pero es imposible. Se ha hecho arcilla, pienso que no importa, soy fuerte y tampoco pesa tanto. Me dispongo a subir, el pie derecho siempre por delante para llamar a la buena suerte, y mi puño izquierdo arriba para llamar a la unidad.

Poco a poco, peldaño tras peldaño, me voy haciendo más fuerte y voy encontrando compañeros de viaje con los que compartimos nuestro peso, nuestra fuerza. Nos limpiamos el barro y cuidamos de intentar no mancharnos más y juntos romper la arcilla más incrustada, pero siempre queda algo.

Juntos llegamos hasta el final, abrimos y cuando todos estábamos arriba y sujetaba la puerta, vi lo que yo creía que era un atajo (que equivocado estaba), otra puerta a dos pisos por debajo; una puerta más pequeña y más simple. Así que ni corto ni perezoso me lancé sin pensarlo. Al caer se rompió todo el barro y sin él, era más fácil caminar. Abrí la puerta casi sin esfuerzo, ya que después de estar preparado en el largo y angosto camino de antes, y sin ese pesado barro todo parecía más fácil.

Atravesé la puerta y me encontré con un camino con una pequeña pendiente que terminaba en otra puerta. Encontré muy buenos compañeros en esta senda, busca vidas de buen corazón, algo raro de encontrar. Era gente simple pero con unos huevos y un corazón enorme.

Al ver que el camino era fácil y la compañía agradable me relajé y me dormí en los laureles, pensando que con un sprint final lo tendría todo solucionado y, lo peor no es eso, lo peor es que solo bastaba con eso. Pero la semana de ese sprint me quedé aletargado por el perfume de la falsa tranquilidad de la zarza ardiente. Así que, cuando quise echar a correr ya era tarde, la puerta estaba cerrada mucho antes de que yo despertase. Hice lo único que podía hacer, volver al barro pero éste ya no era el mismo. Al principio era hasta mejor, aunque lloviera y me manchara de este barro, sabía cómo manejarlo. Me engañaba pensando que ya venía de vuelta, (¡Ay mísero de mí!), que por un poco de mierda no pasaba nada, que el barro era útil, y que aquí abajo habían aprendido a vivir en casas hechas con el mismo.

Así que me dejaba llevar, sin darme cuenta de que ya no era barro. Ahora tras toda la lluvia y el frío se había convertido en una tundra, que te absorbe y te atrapa. Entonces, en la más absoluta desesperación, cuando sentía el barro hasta al respirar, me encontré con una piedra que me hizo tropezar y caerme, pero cuando me quité el barro de la cara una luz me cegó, una luz resplandeciente que venía de una puerta que estaba delante de mí. La traspasé sin dudarlo y encontré un sitio diferente, no muy distinto de donde venía, pero era un sitio donde se podía volar, y si quieres no tocar el suelo aunque también haya. Pero como todo lo bueno, se acaba.

Ya a los seis meses nos echaron y volví al barro. Busqué de nuevo la puerta, pero ya no la encontraba. Busqué otras, pero ya no me gustaban y sólo buscaba sentirme como cuando volaba libre sin el barro. Tras mucho caminar, la llegué a ver, corrí hacia donde volvía a brillar esa luz que me hacía volar, pero esta vez no estaba junto a mí, estaba encima de unas escaleras. No eran las complicadas y empinadas que había visto, pero tampoco había subido con tanto peso.

Y aquí me encuentro, a tres escalones de mis alas y con la mano en la barandilla. Pero ya nunca más, nunca más caer, nunca más dormir, nunca más dejar de volar.

Se acabó el corre hoy y lucha mañana.


Es el momento de lanzarme, de no rendirme, de morir con las botas puestas. 

lunes, 31 de agosto de 2015

Pedro

28/08/2015

Para todas esas personas que en el día a día me demuestran que están ahí, que soy importante para ellos y que ni la distancia ni el tiempo nos separa, va por vosotros.

Por enseñarme a vivir la vida día a día, a dejar las penas atrás, por los buenos y malos momentos que hemos vivido y nos quedan por vivir. Por todo lo que nos respetamos y que pensemos lo que pensemos, ideales y demás, ante todo está el sentimiento. Sabéis los que sois y sabéis los que estáis en mi corazón. Gracias por existir. 

martes, 25 de agosto de 2015

Penélope

25/08/2015

¿Por qué no puedo avanzar? ¿Por qué no puedo adaptarme? Te dije adiós, a ti y a nuestra historia, pero volviste a hablarme y he retrocedido todo lo que creía que había avanzado. Ahora he vuelto, a la rutina, al mismo lugar de antes y todo me viene a la cabeza. No puedo hablar, no quiero decir todo lo que pienso, todo lo que me duele lo que ha pasado. No sé cómo salir de ese sentimiento, de los recuerdos... Al fin y al cabo, de todo lo que hemos vivido. 

Ahora me doy cuenta de todo lo que he puesto por debajo de mis obligaciones profesionales y hasta qué punto llegué a olvidarme de mi, disfrutando de lo mínimo y concentrándome en el futuro sin vivir en el presente. Tantas veces pregunté: ¿Qué estás aquí o allí? Y yo casi nunca estaba aquí.

¿Por qué no me di cuenta antes?


lunes, 17 de agosto de 2015

Pedro

17/08/2015



Vine a escribir una canción, que va lenta como el latir del corazón.
Saca la sonrisa intentando aparentar, lo que esta vida expresa la felicidad. 
¿A dónde se ha ido?, ¿A dónde irá esa alma que me sepa contemplar?
Salí a la calle, la intenté buscar, pero… sólo encontré mentiras e infelicidad.
¿Algún alquimista que pueda separar todos estos trozos que no sé cómo pegar?
Mirando el cielo ahora ves como pasa la vida, la gente ajena pasando siempre inadvertida.
Tanto cariño, tu mirada con la mía, y ahora te miro y siento que estás vacía,
Tenías todo lo que sólo yo pedía. Todo se fue y se llevó mi armonía.
Explícame por qué me dejas con la duda, viniste y te fuiste dándome un beso de Judas.
Que alguien me diga que me explique para que entienda, que lo que vi fue un reflejo, una apariencia.
En guerra con mi mente mi contienda, que sé que solo esto se gana con paciencia.
Quiero morder el labio con el que me diste el fruto, sería increíble e inolvidable ese minuto…
Sé que eso no pasará, no espero nada y punto. Estaría esperándote aquí en mi fin del mundo.
Espero a ese día y llegará, el día que alguien no me falle y me sepa amar.
Hasta ese día aquí estaré en el mismo lugar, si tú me lees sabes dónde me puedes encontrar.

viernes, 14 de agosto de 2015

Lope

14/08/2015



De nuevo me encontraba donde tantas veces he estado. Un sitio que muchos calificarían como cueva inmunda, oscura, húmeda y plagada de seres; de lo más pintoresco. Sin embargo, para los pocos que se atrevieron a mirar más allá de ese exterior inmundo, y se atrevieron a traspasar las puertas del bar del oeste y bajar esos escalones con luces que bailaban con el humo de los cigarros, embriagante con ese olor a cerveza, cerrado y tabaco, encontraban en él su segundo hogar, y cuando esto ocurría, descubrías que la lúgubre cueva que se formaba tras el estrecho pasillo que separaba las barras de los hermanos se iba iluminando y, poco a poco se iba presentando la ilustre fauna autóctona del lugar. Pequeños y grandes personajes que se reunían bajo el techo de la cueva, donde la cabeza del ciervo presidía; a la izquierda, el indio siempre protegiendo; en la barra, el duende del copón, atento al gran inventor. Jugando a los dardos el capitán, cantando coplas mientras su cuadrilla intentaba que el duende no les engañe.

Poco a poco la cueva toma forma de palacio, y si eres uno de los elegidos, podrías aprovechar las atalayas de este castillo, donde el duende y el inventor cuentan sus aventuras y desventuras. Una vez allí, si eres paciente llegarás a ver un momento mágico, irreal e irrepetible. Donde ebrio de los brebajes de Avi, el duende desvela sus historias más oscuras. Sin embargo, esta vez ya no hay puerta, ya no hay cueva ni pasillo, ni castillo. Todo terminó, todo acabó. 

Me dispongo en el mismo sitio que tantas veces he estado, donde tantas risas he escuchado, donde tantas conversaciones, donde se han contado tantos secretos, tantas ilusiones, donde los brindis han celebrado aprobados y hasta compromisos. En este mismo lugar, ahora solo puedo… comprar algo de botellón y de comer, porque ahora es un puto Mercadona. 


Mierda de la crisis, j aja 

MANOLO BAR. Tu espíritu siempre quedará en nuestra memoria.

martes, 11 de agosto de 2015

Lucía

11/08/2015

¿Por qué siempre necesitamos tener una seguridad? ¿Por qué no disfrutar del momento?

Me fui, necesitaba desaparecer, volver a mi sitio de antes, donde tenía una vida, donde encontré a mi locura que me llevó a la cordura, donde no existen las discusiones, solo cariño y comprensión. Donde no hay malos recuerdos, sino risas que nos hacen perder el control.

Va a ser difícil volver, retomar mi vida habiendo disfrutado tanto. Pero nadie sabe qué pasará, y eso es lo mejor de todo.

miércoles, 5 de agosto de 2015

Viollet

5/08/2015



Cómo nos gusta quejarnos de nuestras vidas. Todo el mundo tiene problemas: trabajo, familia, amigos, amor, dinero… Sí, esos problemas, problemas tercermundistas. Por lo menos esos “problemas” son temporales. Somos tan egoístas que nos encerramos en nosotros mismos y no nos compadecemos de los demás. Siempre nos quedará: “Pobre de mí que no puedo comprarme un móvil de última generación”. Qué pena. 

Por hoy no voy a escribir más, ya que en mi cabeza tengo estos problemas. Que irónica es la vida.
 

Ricobaldo

5/08/2015

La amistad es el lazo más fuerte que pueden tener dos personas. Por mucho que pase el tiempo, si el lazo es fuerte esa unión es eterna. Aunque a veces tensamos tanto ese lazo que parece que se rompe, pero es solo cuestión de soltar un poco para que siga siendo eterna.

Tener un lazo eterno es sinónimo de felicidad en la vida y un motivo de lucha. Por mi lazo eterno.

Eli

5/08/2015

A veces me viene a la cabeza el refrán de: "Más sabe el diablo por viejo que por diablo". Hasta que he abierto los ojos y he caído que yo sé mas por diabla que por vieja. Así que...no lo piensen más. Conviertan las situaciones difíciles en provechosas


Nicea

4/08/2015



Hola, tengo el honor de participar en esta idea. Así que, aquí va mi primera entrada (de muchas espero).
¿No os habéis dado cuenta de la “moda” de compartir en muros de lo que es la felicidad? ¿Cómo alcanzarla? ¿Cómo vivirla? 

Yo tengo 21 años y no sé lo que es la felicidad. Sólo sé reconocerla por momentos, experiencias…
¿Os digo lo que ha sido para mí la felicidad en este 2015? ¡Qué tan duro ha sido a la vez! 


  • Me he enamorado hasta las trancas. Ha sido una experiencia totalmente desconocida para mí.

  •  Me han roto el corazón en mil pedazos y aún no sé donde estarán. Pero esto significa que fui valiente y expresé mis sentimientos. Aunque me estrellé.

  •  He conocido a personas maravillosas y mil historietas. He compartido lágrimas y alegrías con ellas.

  • He llevado una casa para adelante y he capitaneado al barco al que llamo “HOGAR”. Y sigue navegando.

  • He tenido mi primer trabajo, con mi primer jefe y la ilusión de mi primera nómina.

  • He decidido empezar de nuevo a estudiar por hacer lo que me gusta y perseguir mis sueños, porque soy una persona con metas y altas aspiraciones.

La felicidad son momentos. La felicidad es el camino que recorres durante toda tu vida. Las personas, los lugares, los momentos… ¿Alcanzaremos la felicidad plena algún día? No lo sé. Prefiero sacar momentos positivos de mi día a día y vivir al máximo cada experiencia que tenga, cada cosa que haga. 

Mil besitos. Hasta la próxima.