domingo, 26 de julio de 2015

Viollet

24/07/2015



Jamás llegaré a conocer a otra persona como ella. Ella está llena de fuerza, una persona que te demuestra los valores de la vida y el por qué debemos seguir luchando. Una persona llena de sabiduría, el placer de poder hablar de cualquier tema y tener argumentos en los que ella expone sus pensamientos y la forma tan peculiar de verlo desde esa perspectiva, la suya propia. 

Puede ser fría y dura, puesto que la vida le ha hecho crecer mucho. Su forma de hablar y expresarse ya la hace diferente a los demás. 

Me siento una persona afortunada al tenerla en mi vida, puesto que ella ha sabido devolverme la vida. Me ha ayudado y escuchado en todo momento, aunque perdiera su tiempo, me lo ha dedicado a mí. 

Ella no es sangre de mi sangre, pero me puedo sentir afortunada en esta vida por tener a una Hermana. 

Lo último que puedo decir es que lucharé, la cuidaré y haré todo lo que esté a mi alcance por ella, puesto que es poco lo que pueda dar a una persona de luz como ella.

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